martes, 19 de julio de 2011

Presentamos la segunda parte del informe "La Voz del Viento"




Nunca mates la flor

No, yo no quiero quedarme como la lluvia,
que dura solo un suspiro sobre la tierra,
quiero quedarme en las aguas del mar,
tal vez me sirva para derramar
mi testimonio por tanto llorar.
No, yo no quiero quedarme como el verano,
que se desgasta de viento sobre las piedras.
Quiero ser agua del río que va,
tal vez me sirva para continuar
la eterna espera de mi libertad.
Yo soy el último canto de mi raza vencida,
y, no deseo venganza ni te guardo rencor.
Solo quiero dejarte mi consejo sentido,
si el jardín te molesta, nunca mates la flor.
Nunca mates la flor,
pues el silencio no ha de ser perceptible sin perfume,
De que sirve el río sin corriente,
para que los ñandúes en el viento,
de que sirve el zorro sin la liebre,
Para que tu corazón, si no eres gente.
Yo soy el último canto de mi raza vencida,
y, no deseo venganza y no te guardo rencor.
Solo quiero quedarme mi consejo sentido,
si el jardín te molesta, nunca mates la flor.
Nunca mates a tu hermano. 


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