miércoles, 8 de junio de 2011

"Decidida a Luchar"

                                                        NI OLVIDO NI PERDÓN

Ana María Villanueva, nació en la ciudad de Río IV, Pcia de Córdoba,  el 8 de mayo de 1953, fue la segunda hija de 6 hermanos de Angel José Villanueva y Julia Elva Medina. De chica era traviesa, le gustaban el campo, los caballos,  la lectura, el baile, los idiomas y también la natación.
 
Comenzó la escuela a los 4 años, estudió danzas clásicas, española, guitarra e inglés; ya viviendo en Córdoba, estudiaba abogacía y comunicación social en la Universidad Nacional, e idioma alemán en el anexo de lenguas, y trabajaba de administrativa en el hotel Nogaró que era propiedad del padre de su compañero, el amor de su vida: Jorge Manuel Diez. Le gustaban las fiestas con guitarreada y vino, fumaba Imparciales y formaba un equipo imbatible con su viejo al truco de cuatro.
 
Ana María Villanueva
Militó en la JUP junto con Jorge. Y, como fue característico de toda esa juventud que desafió al sistema, tenía una gran sensibilidad por las injusticias sociales, y por ello militó en la convicción que era imposible no hacer nada por los más desprotegidos, a pesar que Ana y Jorge, como tantos otros, ya sabían que les podía ir la vida en ello. Decía que; "...Hay muchas injusticias en el mundo, que hay tanta gente que por más que trabaje se muere de hambre y vive en lugares miserables, que hay tantos que no tienen posibilidades de estudiar y aprender cosas,  que me di cuenta que no puedo estar sin hacer nada ante todo eso...", que por eso decidió luchar porque "...todos tengamos posibilidades de vivir bien y ser felices..."

"Anita sigue siendo una de las personas que más he amado en mi vida, y la sigo amando porque en mi vida y tuve la oportunidad de decírselo, fue una de las mejores personas que conocí. Fue mi hermana, mi consejera mi ejemplo. Era muy sensible y muy inteligente, recuerdo muchas palabras y consejos de ella" (escribió La Gallega, una compañera de militancia, sobreviviente del genocidio.).
 
Otra compañera, también sobreviviente escribió "Anita fue una persona importante en mi vida, con su sonrisa, su serenidad, su fuerza tranquila... Anita era una persona extraordinaria. Muy humana y al mismo tiempo consciente, inteligente, intelectual". La Gringa
Cómo fue el final; no hubo final, un triple asesinato, En la mañana del 02 de junio de 1976, fueron secuestrados en la vía pública Ana María, Jorge y Carlos Oliva, como a las 10, por un patrullero de la policía que los encierra, salen corriendo y se produce un forcejeo, los reducen y los suben al auto de Jorge y se los llevan, a las 13:00 ingresan los 3 cuerpos a la morgue del Hospital Córdoba.
 
Ana fue coherente con sus pensamientos y sus acciones.  Nos dejó  poesías suyas, cartas, escritos y hermosos recuerdos. Nos dio  un ejemplo de vida. Porque disfrutó de la vida, militando, bailando. Sí, por suerte se rió mucho en su corta vida, la vivió intensamente. Sus hermanos, la amamos y la extrañamos muchísimo y su ausencia a veces nos resulta insoportable. 

Autores: Maria Cristina y Tito Villanueva.
                                            

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